Blog gratis
Reportar
Editar
¡Crea tu blog!
Compartir
¡Sorpréndeme!
img
img

 

 

MUJERES ... PLENAS ! =)
"¡El mejor blog para una mujer!"

img
img
31 de Julio, 2010 · Formación

Multiplicidad de profesiones de la mujer


Multiplicidad de profesiones de la mujer
Ninguna mujer es sólo mujer; cada una tiene inclinaciones propias y talentos naturales
 
La tarea natural de la mujer es evidente: su estructura corporal está predispuesta para la maternidad; es el único ser capaz de traer a la vida más vidas. En orden al otro, su alma está en consonancia con la del hombre: es su alma la que la hace compañera nata del otro. No obstante, se plantea lícitamente un interrogante: ¿hay otras profesiones de la mujer de cara a su tarea natural? Es decir, dado que de modo natural la mujer tiene como tarea la maternidad, ¿es también capaz de algo más? Así responde Edith Stein:

“En caso de necesidad, toda mujer normal y sana puede dedicarse a una profesión […] no hay ninguna profesión que no pueda ser ejercitada por una mujer”

Sí, la mujer puede dedicarse a algo más mientras no esté impedida. Es sujeto de una profesión tanto por el hecho de ser mujer como por el de poseer dotes individuales que la hacen más apta para ciertas profesiones. Sin embargo, la disposición individual puede orientarse hacia campos lejanos de las características femeninas y aquí no se podrá hablar de profesión femenina como tal al faltar las características objetivas correspondientes a las particularidades de la feminidad. ¿En qué manera sí se puede designar profesión femenina y cómo se relacionan profesión y tarea natural? Sólo cuando la labor realizada está en armonía con sus características de mujer.

1. Profesión y tarea natural

Ninguna mujer es sólo mujer; cada una tiene inclinaciones propias y talentos naturales. Son esos talentos e inclinaciones los que la hacen capaz de la actividad profesional en distintos ámbitos como el artístico, científico, técnico, etc. Siendo la profesión femenina, como se verá más adelante, toda aquella función, tarea y trabajo que exija las características del alma de la mujer y que sólo por ella puede venir actuada, ¿se puede orientar hacia campos incluso lejanos de sus características femeninas? ¿También en estos casos se podría hablar propiamente de profesión femenina? No porque es necesario que sean profesiones cuyas particulares objetivas sean correspondientes a las peculiaridades propias de la feminidad. Sólo en la actuación de las características de la feminidad se puede hablar de profesión femenina. La vivencia de la tarea natural de la maternidad estará en consonancia con la profesión en tanto cuanto no la alejen de las disposiciones propias del hecho de ser mujer.

2. Utilidad y provecho

Es en la profesión, sin menoscabo de las implicaciones y responsabilidades de la vocación a la maternidad y a la compañía, donde se presenta la ocasión para desarrollar todas las virtudes femeninas. De igual modo, aquí se presenta el peligro de pasar a ser una máquina y perder la propia humanidad.

Con el influjo de la feminidad, la vida profesional puede encontrar una actuación bien diversa respecto a aquella debida sólo al hombre. La posibilidad de que una mujer ingrese en una o varias ramas profesionales, como ha sucedido a lo largo de los años en algunas sociedades, es una auténtica bendición para toda la vida social, privada o pública, porque ella custodia el específico ethos femenino, es decir, la contribución de la mujer manifestada en el valor de sus actos, los valores propiamente de ella para la vida de toda la humanidad.
 
Y un poquito más...
Alma-cuerpo y vida profesional: vocación natural de la mujer y ethos correspondiente
La mujer tiene la vocación natural de madre pero esto no significa incapacidad para desarrollar otras profesiones propias de su feminidad
 
1. ¿Particular vocación de la mujer?

Durante la segunda y tercera década del siglo XX se radicalizó la postura de los movimientos feministas. Estos movimientos negaban la posibilidad de una sola y particular vocación profesional de la mujer. En aras de una mayor apertura que reivindicara el valor de ésta en la sociedad, se abogó por un principio de facto de modo que se obtuviese el acceso a una multiplicidad de profesiones femeninas. A este requerimiento se opusieron posturas tradicionales que mantenían el celo por la idea de que la mujer es para el hogar, la educación de los hijos y poco más.

En este contexto Edith Stein desarrolla su fenomenología: ¿tiene la mujer una vocación profesional particular o hay una multiplicidad de profesiones femeninas? Para dar una respuesta se dispone a analizar el argumento desde dos perspectivas: ¿existe una vocación natural de la mujer? y ¿qué profunda disposición del alma exige ésta? Irá más allá de las pretensiones de los grupos feministas y tradicionalistas: respecto a los primeros, al confirmar la imposibilidad de que la intromisión en profesiones masculinas sea propio de la mujer; con los segundos, al dejar claro y sin reducciones el concepto de profesión y la capacidad de la mujer. Es verdad que sólo ella tiene la vocación natural de madre pero esto no significa incapacidad para desarrollar otras profesiones propias de su feminidad.

1.1 Vocación natural de la mujer

A partir de la verdad formulada por el angélico –“Anima forma corporis”–, Stein llega a la conclusión de que tanto al cuerpo masculino como al femenino corresponde un alma en consonancia con su ser. Como consecuencia, es el alma quien determinará la estructura del cuerpo femenino para un particular fin y desarrollo, para ejecutar aquello para lo cual su cuerpo está dotado (compañera del hombre y madre de los hombres). Es por eso que a este fin se orientan las características de su alma. Su vocación natural es la de madre pero no queda sólo ahí.

1.2 Disposiciones corporales y anímicas

La fenomenología aplicada le deja claro los planos típicos del alma femenina: en lo práctico, el pensamiento de la mujer tiende hacia lo vivo y personal, al objeto considerado como un todo. La abstracción es lejana de su naturaleza; teóricamente, no conoce conceptual ni analíticamente sino de modo contemplativo y experimental, está orientada a participar en la vida del otro, a donarse en la compañía.

Con la misma seguridad, advierte de las hipertrofias en las que puede caer el alma femenina cuando su naturaleza no se desarrolla genuinamente: inclinación a ocupar y preocupar, vanidad, deseo de honores, reconocimiento, curiosidad… Estableciendo estas disposiciones se trata de afirmar cómo el cuerpo y el alma empujan a la mujer a realizar cierto tipo de actividades profesionales. A partir de aquí, y por analogía a las disposiciones masculinas, se asienta una diferencia que no dice superioridad cuanto mutua necesidad.

2. Un presupuesto: el ethos (existencia y posibilidad)

Dado que la mujer tiene unas disposiciones, en el ethos o hábito, entendido como una forma interior, como una estable orientación que regula los actos del ser humano, residirá el valor positivo que dará satisfacción a las particulares exigencias objetivas o leyes de las mismas. Ethos es algo duradero que regula los actos del hombre; una forma interior, una estable orientación del alma: un hábito, en lenguaje escolástico.
Es la misma inclinación natural la que permite configurar en ethos las disposiciones existentes con un esfuerzo de la voluntad pequeño si bien inclinaciones y dotes no van siempre de la mano:

“Estar dotado para algo quiere decir que nuestra naturaleza nos lleva hacer algo a gusto. Por regla general tendemos a aquello a lo que por naturaleza estamos dotados, y la actividad correspondiente nos produce satisfacción. Pero la inclinación implica una especial estimación de lo que se hace. Puede suceder que no se estime especialmente aquello para lo que se está dotado, y que en cambio estimemos mucho algo para lo que no estamos dotados en esa misma medida. La estimación produce alegría en la actividad, y la alegría es un incremento de la fuerza. De esta manera, en un terreno determinado es posible llegar por inclinación al grado máximo de la cualidad que las dotes dadas nos permiten alcanzar; es posible incluso conseguir ese máximo con un esfuerzo de la voluntad proporcionalmente pequeño, porque «se va en alas de la alegría»”.

Con este planteamiento, entonces, ¿se puede hablar de un ethos vocacional y profesional? Edith Stein responde que sí. Sin embargo
“Quien considera el propio trabajo sólo como fuente de ganancia o como modo de ocupar el tiempo, lo desarrollará de manera diversa a quien lo considera una verdadera vocación a la que se siente llamado. En sentido estricto, sólo en este último caso se puede hablar de ethos profesional”.

A toda profesión corresponderá un ethos profesional exigido por el significado mismo de la profesión. Este se encontrará de dos maneras: por un don de naturaleza o a través de un desarrollo por medio de la continua repetición de las actividades y de las operaciones requeridas por la profesión misma. Tanto la profesión del varón como la de la mujer tienen un ethos.


Si deseas consultar el artículo completo:
La vocación de la mujer según Edith Stein: índice 

  

 

publicado por caramela a las 18:27 · Sin comentarios  ·  Recomendar
Más sobre este tema ·  Participar
Comentarios (0) ·  Enviar comentario
Enviar comentario

Nombre:

E-Mail (no será publicado):

Sitio Web (opcional):

Recordar mis datos.
Escriba el código que visualiza en la imagen Escriba el código [Regenerar]:
Formato de texto permitido: <b>Negrita</b>, <i>Cursiva</i>, <u>Subrayado</u>, <li>· Lista</li>
img
.Calendario
Ver mes anterior Mayo 2024 Ver mes siguiente
DOLUMAMIJUVISA
1234
567891011
12131415161718
19202122232425
262728293031
img
.Buscador
Blog   Web
img
.Tópicos
» Formación (6)
» Imagen (4)
» Recetas (3)
» Sexualidad (4)
img
.Nube de tags [?]
img
.Secciones
» Inicio
img
.Enlaces
» UTILISSIMA
img
.Más leídos
» Cirugía estética
» Defendemos a los que no se pueden defender solos
» Femineidad
» Manos perfectas
» Multiplicidad de profesiones de la mujer
» Posibilidad de cambio
» Pure fashion
» Cookies americanas
» ser MUJER, privilegio y responsabilidad...
» Vacaciones cristianas
img
.Se comenta...
img img
FULLServices Network | Blog gratis | Privacidad